20 Abr Desintoxicación de los metales pesados .
En la era industrial, se comenzó la extracción masiva de metales pesados de la tierra, causando que la superficie de la tierra se saturara de estos tóxicos. En consecuencia, nuestro organismo se llenó de ellos, ya que nuestra comida, el agua que bebemos, y por supuesto, el aire que respiramos contienen cantidades elevadas de estos metales pesados.
Otra importante fuente de estos tóxicos para nuestro organismo son las amalgama utilizadas por lo dentistas, compuestas en aproximadamente un 50% por mercurio. En tan sólo 4 semanas desde que nos ponen la amalgama el mercurio ya está presente en el hueso de la mandíbula, intestinos, pulmones, y algo más tarde, llega también a nuestro cerebro, hígado, tiroides, páncreas pituitaria, riñones, suprarrenales y ovarios.
De esta forma el mercurio, tras haber alcanzado la mayor parte de nuestros tejidos, interfiere negativamente en innumerable proceso metabólicos, causándonos serios daños.
El mercurio también está presente en los pesticidas (junto con otros metales pesados), y por tanto, en la comida que ingerimos diariamente, así como en emisiones industriales, tubos fluorescentes, colirios oculares, bombillas de bajo consumo, baterías, desinfectantes, cosméticos, vacunas, etc
Otras fuentes de metales pesados como el arsénico o el plomo se emplean en la fabricación de cristal, fertilizantes, pesticidas, tinte para el pelo, pinturas, fontanería, tinta o preservativos para la madera.
